La paciencia no se debe entender como una actitud pasiva, sino como la actitud del que sabe ajustarse al ritmo del otro, de los otros.
La creatividad es una
búsqueda activa de nuevas formas de conocimiento, de imaginación, de amor. Es
el mejor antídoto contra la rutina, lo veremos en las sesiones de noviazgo y
matrimonio.
La fidelidad no como
el mero aguantar (propio de columnas, objetos que soportan peso, o a lo sumo
como mulas de carga). La fidelidad es una virtud operativa, que a través de la
creatividad y de la paciencia me hace, y nos hace, ser más felices, incrementar
(no simplemente conservar) nuestra vocación de amor. La fidelidad que -como
todo en lo humano- tiene sus baches y momentos de alegría, cuando conlleva ese
afán de construir, de crecimiento, nos conduce a la felicidad.
La fidelidad o crece o muere.
La fidelidad o crece o muere.